Open/Close Menu Expertos en La Ley de Segunda Oportunidad

La jubilación debería ser una etapa de tranquilidad. Sin embargo, muchas personas mayores llegan a esta fase de la vida arrastrando deudas que se han vuelto imposibles de pagar: avales fallidos, préstamos personales, tarjetas de crédito o incluso hipotecas que no terminaron de saldarse. Si a eso le sumamos pensiones bajas y el aumento del coste de la vida, es comprensible que cada vez más pensionistas se pregunten si hay alguna salida legal que les permita liberarse de esa carga.

Una de esas posibles salidas es la conocida Ley de la Segunda Oportunidad. Y aunque durante mucho tiempo se pensó que era una herramienta solo para personas jóvenes o autónomos en activo, la realidad es que también los pensionistas pueden acogerse a ella. En este artículo te explicamos cómo, en qué condiciones y qué efectos puede tener en su situación.

¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?

La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo legal que permite a personas físicas (es decir, a ciudadanos de a pie, no empresas) cancelar sus deudas de forma total o parcial, siempre que se cumplan ciertos requisitos. Esta ley existe en España desde 2015 y fue reformada en varias ocasiones, siendo la más reciente la reforma de septiembre de 2022, que simplificó y agilizó mucho los procedimientos.

En pocas palabras, se trata de un procedimiento judicial (aunque cada vez más rápido y flexible) que permite a quien se encuentra en una situación de insolvencia, es decir, que no puede pagar lo que debe, liberarse de esas deudas de forma legal y definitiva.

La filosofía detrás de esta ley es que todo el mundo merece una segunda oportunidad para empezar de cero, incluso si ha cometido errores financieros o se ha visto arrastrado por situaciones imprevistas.

¿Puede un pensionista acceder a esta ley?

Pareja madura teniendo una reunión con el gerente del banco y firmando un contrato de arrendamiento en la oficina Focus es un hombre maduro

Sí. Un pensionista puede acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad. No existe ninguna limitación por edad ni por el hecho de estar jubilado. Lo importante no es tu condición laboral, sino tu situación económica y tu grado de insolvencia.

El hecho de recibir una pensión no impide iniciar este procedimiento. De hecho, muchas personas jubiladas viven con ingresos estables pero muy ajustados, lo que las hace especialmente vulnerables ante deudas que se vuelven impagables con el tiempo.

Eso sí, como en todos los casos, hay ciertos requisitos que deben cumplirse. Veámoslos.

Requisitos para que un pensionista pueda acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad

Aunque la ley es flexible, no todo el mundo puede beneficiarse de ella. A continuación detallamos los principales requisitos que también debe cumplir un pensionista:

1. Estar en situación de insolvencia actual o inminente

Esto significa que no puedes afrontar el pago de tus deudas con tus ingresos actuales. No hace falta haber dejado de pagar todavía, pero sí demostrar que, con lo que ganas (por ejemplo, tu pensión), no te es posible hacer frente a las cuotas pendientes sin desatender tus necesidades básicas.

2. Actuar de buena fe

Este es uno de los pilares de la ley. Para beneficiarse de la exoneración de deudas, es necesario demostrar que no se ha actuado de forma fraudulenta. Esto implica:

  • No haber ocultado bienes ni ingresos.

  • No haber cometido delitos económicos en los últimos años.

  • Haber colaborado durante todo el proceso con el juzgado y el administrador concursal (si lo hay).

  • No haberse beneficiado de esta misma ley en los últimos 5 o 10 años, según el tipo de exoneración.

3. No tener sanciones por delitos económicos o fraude

Es decir, no puedes tener antecedentes por delitos fiscales, contra la Seguridad Social o relacionados con estafas o insolvencias punibles. Tampoco puedes haber sido condenado por falsedad documental o blanqueo de capitales en el ámbito económico.

4. No disponer de patrimonio suficiente para pagar las deudas

Si tienes propiedades, vehículos o bienes de valor, se puede pedir que estos se vendan para hacer frente a parte de la deuda. Sin embargo, la ley protege en muchos casos la vivienda habitual, especialmente si no tiene un valor elevado o si su venta no resolvería el problema.

¿Qué tipo de deudas puede cancelar un pensionista?

Uno de los aspectos más importantes de esta ley es que permite cancelar una amplia variedad de deudas. Entre ellas:

  • Préstamos personales con bancos o financieras.

  • Deudas con tarjetas de crédito o líneas de crédito revolving.

  • Microcréditos rápidos.

  • Avales que se ejecutaron.

  • Deudas con proveedores (en caso de haber sido autónomo).

  • Hipotecas ya ejecutadas con cantidades pendientes.

En cuanto a las deudas públicas, como las que se tienen con Hacienda o la Seguridad Social, desde la reforma de 2022 también pueden ser parcialmente exoneradas, hasta un límite de 10.000 euros por cada una. Eso sí, deben incluirse correctamente en el procedimiento.

¿Qué pasa con la pensión durante el procedimiento?

Una duda muy habitual es qué sucede con la pensión durante el proceso. ¿Puede el juzgado quitarme parte de la pensión para pagar las deudas? ¿Me quedaré sin dinero para vivir?

La respuesta es tranquilizadora: la pensión está protegida hasta el salario mínimo interprofesional (SMI). Esto significa que, si tu pensión no supera ese umbral, no podrán embargarte nada. Y si la supera, solo podrían retener una parte proporcional, respetando siempre un mínimo vital.

Actualmente (2025), el SMI en España es de 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas, lo que equivale a unos 1.323 euros mensuales en 12 pagas. Es decir, si tu pensión es inferior a esa cantidad, no te embargarán nada.

¿Cuáles son los pasos del procedimiento?

Grupo de hombres de negocios que discuten el plan empresarial en la tabla en la oficina

El procedimiento ha cambiado bastante tras la reforma de 2022, con el objetivo de hacerlo más accesible y menos burocrático. Estos son los pasos generales para un pensionista que desee acogerse:

1. Recopilación de documentación

Tendrás que reunir:

  • Certificado de pensión.

  • Listado completo de deudas y acreedores.

  • Justificantes de gastos mensuales (alquiler, suministros, alimentación…).

  • Última declaración de la renta (si procede).

  • Información sobre bienes o patrimonio (aunque no tengas, se declara).

2. Presentación de solicitud ante el juzgado mercantil

Acompañado normalmente por un abogado (puede ser de oficio si no puedes pagar uno), se presenta la solicitud con toda la documentación.

3. Inicio del procedimiento de exoneración

Hay dos opciones principales:

  • Exoneración con liquidación del patrimonio (si tienes bienes a vender).

  • Exoneración con plan de pagos (si tienes ingresos que permiten abonar una pequeña parte durante 3 años).

En ambos casos, si se cumple con lo establecido, al final del proceso se cancelan las deudas pendientes, y la persona queda libre de ellas.

¿Qué ventajas tiene para un pensionista?

  • Recuperar la tranquilidad mental y emocional: vivir con deudas puede ser muy angustiante.

  • Protección del mínimo vital: no te quitarán tu pensión básica.

  • Liberación de llamadas de acreedores o embargos.

  • Segunda oportunidad real, incluso en la tercera edad: poder dejar de pagar deudas impagables y vivir con dignidad.

¿Y qué limitaciones o riesgos tiene?

Gente de negocios analizando información de investigación en documentos, mirando documentos con tablas y gráficos de tasas. Los empleados de oficina que trabajan con informes y revisiones de infografías. De cerca.

Como todo procedimiento legal, no está exento de dificultades:

  • Requiere cierta documentación y preparación.

  • Puede durar varios meses.

  • Necesita asesoramiento legal, aunque no necesariamente costoso.

  • No todas las deudas pueden cancelarse (por ejemplo, pensiones de alimentos o sanciones penales).

  • Aparece en registros públicos durante un tiempo limitado (aunque no afecta gravemente en muchos casos a la vida diaria de un pensionista).

Una herramienta válida también para mayores

La Ley de la Segunda Oportunidad no es solo para jóvenes empresarios arruinados o autónomos con negocios fallidos. Es también una herramienta para personas mayores, jubiladas, con pensiones modestas y deudas que no pueden asumir.

Si eres pensionista, o conoces a alguien que lo sea, y está viviendo bajo el peso de deudas que nunca podrá pagar, esta ley puede ser una puerta a la tranquilidad y la dignidad. No es un proceso mágico, pero sí una vía legal, legítima y cada vez más accesible para dejar atrás una situación que no debería marcar los últimos años de la vida.

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