El miedo a perder la vivienda habitual es normal cuando las deudas aprietan. La realidad: con la nueva Ley de Segunda Oportunidad puedes conservar tu hogar en más casos de lo que crees, incluso con hipoteca activa, si se cumplen determinadas condiciones.
Qué pasa con tu casa dentro del procedimiento
En el proceso el juzgado puede ordenar liquidar bienes para pagar a acreedores, incluida la vivienda habitual. Pero no siempre se pierde: los jueces valoran el impacto social y económico y pueden mantenerla fuera si venderla empeora la situación o no aporta solución real (por ejemplo, ejecución hipotecaria inminente con poco beneficio).
Cuándo puedes conservar tu vivienda
Pagas la hipoteca con normalidad
Si no hay impagos, no se fuerza ejecución. Es frecuente en segunda oportunidad e hipoteca y suele resolverse sin vender.
Valor inferior a la deuda
Si vender genera más deuda, mantener el inmueble puede ser lo más sensato según la ley.
Necesidad habitacional
Con menores, dependencia o discapacidad en el hogar, puede primar el derecho a la vivienda.
Venta sin beneficio real
Si los gastos superan el ingreso o no mejora tu economía, puede evitarse la liquidación.

Qué valora el juez
- Si es tu única vivienda.
- Presencia de personas vulnerables (menores, discapacidad, dependencia).
- Ingresos y estabilidad.
- Estar al corriente de la hipoteca.
- Beneficio real (o perjuicio) de vender frente a conservar.
Si ya no puedes pagar la hipoteca
Puede iniciarse la ejecución hipotecaria. Aun así, la normativa actual permite cancelar la deuda remanente tras la venta si cumples requisitos: perder la casa no implica quedar endeudado de por vida.

Vivienda de alquiler
No entra en liquidación porque no es un bien. Debes acreditar que podrás mantener el alquiler tras reestructurar o cancelar deuda.
Caso real
Un autónomo con 180.000 € de deuda conservó su vivienda: vender no beneficiaba a acreedores y dejarle sin hogar agravaba su situación.
Consejos rápidos
- Habla con un abogado especializado cuanto antes.
- Prepara documentación completa (ingresos, hipoteca, cargas).
- No esperes al último momento: el timing importa.
- Si puedes, mantén al día la hipoteca mientras tramitas.
Conclusión
Acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad no significa automáticamente perder tu casa. Con el enfoque adecuado, puedes proteger tu vivienda habitual y salir de la espiral de deudas.